lunes, 18 de marzo de 2013

El poseido: exorcismo a un diablillo xilófago.

Mal pensaba yo cuando recolecté este espino en los montes cercanos en el 98 que con él iba a traer el diablo a casa.
Este era su aspecto en ese momento. Me pareció un buen ejemplar para comenzar algo.





Al año siguiente fue trasplantado a un cajón de madera para comenzar su formación.




Cuando comenzó a brotar ya me di cuenta de que algo no iba bien, que tenía un problema.
Las hojas de lo que se preveía fuera el tronco principal comenzaron a ponerse malas.
Consultado en un foro la opinión fue que se trataba de hongos.
Me parecía raro dado que solamente aparecían esos síntomas en una parte del árbol.
La hoja del centro corresponde a la parte sana y las de los lados a la parte afectada.
En vista de que estaba secando gran parte del árbol decidí acelerar ese proceso y descortecé toda la parte que se veía afectada.






Dí el problema por resuelto y luego de alambrarlo fue pasado a una maceta de bonsai.
P




 Pero el diablo seguía dentro. Se trataba de insectos xilófagos que se estaban dando un banquete con la sabrosa madera de las rosaceas.




Y de nuevo tocaba sanear para tratar de erradicar el mal. Esto es, exorcismo de dremel.




A base de pelar y pelar el árbol quedó así.



Pensé que esta vez sí lo había solucionado, al fin y al cabo sólo había quedado una parte viva bastante pequeña.
Pero los problemas volvieron. Algún diablillo seguia haciendo destrozos por dentro.





De nuevo tocaba practicarle otro exorcismo para tratar de expulsar al insaciable diablillo.






En este proceso secó el ápice, cosa que no me importó mucho pues ya tenía en mente reducir en altura esa parte.
Así estaba en el otoño pasado.









Y ya, para no alargar mas esta diabólica entrada os pongo una foto del estado del árbol esta misma tarde.
Este es uno de los espinos mas tardíos en brotar de cuantos poseo.
Entre el mas tempranero en brotar y este hay una diferencia de mas de tres semanas. Ignoro el porqué esas diferencias entre árboles de la misma especie.
Espero que no tenga que volver a invocar a la dremel para otro exorcismo pues temo que me quedaré sólo con un tocho de madera seca aprovechable unicamente para pasto de la chimenea.





Un saludo para todos.